· Para empezar, lavar bien los filetes del pescado elegido, retirar la piel y trocearlos en dados pequeños. Colocarlos en una ensaladera, rociarlos con el zumo de limón y dejarlos marinar por espacio de 2 o 3 horas.
· Seguidamente, extraer la pulpa de los cocos, pasarla por la batidora, rebajarla con el agua y trabajarla bien con las manos, hasta obtener una pasta más o menos homogénea. Presionar la masa obtenida envuelta en un trapo, hasta que suelte todo el líquido.
· Salpimentar ligeramente el jugo obtenido, incorporar las cebollas finamente picadas, remover bien y colocarlo en el frigorífico.
· Antes de servir el plato, escurrir el pescado, mezclarlo con el jugo de coco y ponerlo en la nevera durante una hora. Transcurrido este tiempo, decorar si se desea con hojas de menta fresca y tomates cortados en rodajas y servir muy frío.
Fuente: Recetasdeviajes.com