Las islas de Polinesia francesa son todas de origen volcánico, surgidas de la dorsal del Pacífico central. En los archipiélagos nos encontramos con dos tipos de islas: las islas altas, rodeadas de un arrecife de coral, y los atolones, evolución natural de éstas, donde, tras la subsidencia total del volcan original, sólo permanece el arrecife.
Las islas aparecen como volcanes que emergen del fondo del mar. Alrededor de ella se va formando un arrecife de coral, que forma una laguna interior (Tahiti y Mo'orea son un buen ejemplo). Poco a poco, ese arrecife de coral va creciendo, mientras que el volcán se va hundiendo, entrando agua en la caldera (Bora-Bora y Maupiti), hasta que al final la isla desaparece del todo y sólo queda el arrecife: el atolón.
Las islas Marquesas (con una edad de 6'3-1'3 m. años) son todas islas altas, que carecen de una arrecife de coral, y son de difícil acceso. Su flora y fauna difiere poco de la de los demás archipiélagos. Hay además aquí caballos y cabras, introducidos por los franceses.
En el archipiélago de la Sociedad, se da una gradación: de Tahiti y Mo'orea, islas jóvenes (2,5 a 3 m. años, sobre 1 m. Tahiti Iti), a Bora-Bora y Maupiti (3-4 m. años), islas ya más avanzadas en el proceso. En las Tuamotu, todo son atolones, salvo una excepción, la isla de Makatea.