Las islas de Raiatea y Tahaa, entre Huahine y Bora-Bora, y a 220 al NO de Tahiti, comparten una misma laguna, a 3 km. una de la otra.
Raiatea (Ra'i atea = cielo lejano) es la isla más grande, alta y poblada de las islas a sotavento; de forma triangular, mide 170 km2, su máxima cota es el monte Toomaru, de 1.017 m., y tiene unos 12.000 habitantes; su laguna, que en algunos sitios alcanza bastante profundidad, se abre en 8 pasos. Raiatea es la isla sagrada de Polinesia (a menudo se la nombra como 'Raiatea la sagrada'), y juega un rol fundamental en la cultura y religión ancestrales: Raiatea y Tahaa fueron las primeras islas de Polinesia francesa en ser pobladas, probablemente por gente de Samoa (esto lo refleja el ancestral nombre de la isla, Hava'i), y de ella colonizaron las demás islas del archipiélago; al SE de Raiatea se encuentra el marae Taputapuatea, el más grande e importante del territorio, y se dice que cada nuevo marae de cada isla debía contener una piedra de aquel.
Raiatea no es una isla turística, pero sí apacible. Carece de playas blancas. Sin embargo, Raiatea posee el único río navegable de todo el archipiélago, el río Faaroa, que desemboca en la bahía del mismo nombre, al E de la isla. La vida en la isla se basa en la agricultura y la pesca. La isla interesará a aquellos que gustan de la cultura e historia de Polinesia.
Una carretera da la vuelta a la isla. Al NE, se encuentra Uturoa, la capital (y de todas las islas a sotavento), y el embarcadero para Tahaa; en ella es notoria la presencia china. Al interior, en el monte Temehani, se da una preciosa gardenia endémica de la isla, la Tiare apetahi, de pétalos blancos y que se abre al amanecer. Al E se abre la preciosa bahía de Faaroa, y, al SE, cerca de Opoa, se encuentra el marae Taputapuatea, el más importante de Polinesia francesa. Al NO, está el aeropuerto. Alrededor de la isla se distribuyen un par de marinas, pues Raiatea es el principal centro de la vela en Polinesia.
Raiatea fue bastante dañada por el tifón Alan, de 1.998.
En la mitología de los antiguos habitantes de Polinesia, la isla de Raiatea se considera la cuna del mundo. Además, fue el centro religioso y cultural de estos navegantes épicos, quienes zarparon desde sus costas a descubrir y colonizar Hawai, Nueva Zelanda y la isla de Pascua.
Llegaron a nuevas tierras en sus catamaranes, construidos a las orillas del río Faaroa, el único navegable de la Polinesia Francesa. La madera para sus embarcaciones la flotaron río Faaroa abajo, desde los bosques tropicales de las tierras altas a los improvisados astilleros del delta del río, de lo que dio fe el capitán James Cook, el primer europeo en visitar Raiatea en 1769.
El hecho de que el Faaroa siga siendo navegable hoy en día nos brinda la oportunidad de vivir la experiencia única de navegarlo río arriba en un pequeño barco o remando en un kayak.
Utilizar los kayaks en la Bahía de Faaroa, donde desemboca este río creando una especie de mini fiordo tropical, un importante puerto para barcos y pequeños yates. Nos impulsamos paleando río arriba. Ir contra corriente en donde no presenta un problema durante el invierno seco (de mayo a octubre), ya que en esta época el río no es tan caudaloso y por lo tanto la corriente no es tan fuerte.
Tras diez minutos de navegación, las orillas se van aproximando a la vez que se elevaban; el río se estrecha. La neblina en el aire desdibuja los kayakss adelantados del resto del grupo. Numerosas aves nos hechizan con una melódica mezcla de cantos. La vegetación exuberante se convierte en autentica jungla; las copas de arboles de ambos lados se tocan por encima de nuestras cabezas, creando un túnel tropical por el cual se navega.
Se pueden observar varios hibiscos de árbol (Hibiscus tiliaceus, “purau” en la lengua nativa), que florecen con un amarillo brillante en su único día de vida; por la tarde cambian de color al rojo vivo y se caen de su árbol al atardecer del mismo día. Un tapiz carmesí, tejido en los días anteriores, adorna las escarpadas orillas del río.
La aventura acaba con la visita del principal lugar arqueológico del archipiélago, el marae de Taputapuatea. Fue construido en el siglo XVII y dedicada a Oro, Dios de la guerra. Su importancia queda patente en el hecho de que cualquier marae construido en las islas de la Sociedad tenía que incorporar una piedra del marae de Taputapuatea, como prueba de lealtad y de alineación espiritual. En la parte interior de este monumento está la impresionante piedra erecta, marcando el lugar exacto de la investidura de los reyes tribales de la antigua Polinesia.
LA EXCURSIÓN: Suele durar unas 4 horas. Aproximadamente la mitad de este tiempo se pasa en el kayak. Los kayacs son individuales, pero también disponen de embarcaciones para dos personas.
Descubra la salvaje isla de Raiatea en un safari en un jeep 4x4. Este tour de medio día empieza con una recorrida a lo largo de la Bahía de Faaroa, donde se encontrará el cráter fundacional y se verán y conocerán la flora tropical y las plantaciones de guayaba y mango. Siga hasta el mayor y mejor preservado marae (templo) de toda Polinesia Francesa, el Marae de Taputapuatea. Esta plataforma pétrea del templo cuenta con la imagen de Oro, el dios de la Guerra y la Fertilidad. Concluya el tour en el Valle Sagrado de Vaimori, donde una plantación de vainilla se visitará, y se mostrará a los pasajeros cómo esta orquídea es cultivada, cosechada y conservada.
Pruebe un cocktail exótico o una copa de champagne mientras admira la puesta del sol sobre la isla de Bora Bora.
Duración 2 horas y media.
Recorra el interior de la isla y mida su longitud gracias a una ruta que la atraviesa, para descubrir la belleza de la exuberante vegetación tropical. Haga una refrescante parada en el Belvedere, donde se revelará el mirador de las magníficas cuatro bahías turquesas del lagoon de Taha’a. También visite una granja de perlas negras, y la tradicional plantación de vainilla.